1. ¿Qué es la bisexualidad?
La bisexualidad es una orientación sexual que consiste en que una persona, hombre o mujer, pueda sentirse fuertemente atraída por otra persona, independientemente de que ésta sea hombre o mujer, y que esa capacidad de atracción sea duradera a lo largo del tiempo.
2. Una persona bisexual ¿se ve atraída indistintamente por los dos sexos por igual?
No hay muchos bisexuales que sientan atracción por hombre y mujer al 50% exactamente. No se trata de una programación de ciencias exactas. La mayoría de bisexuales generalmente se sienten un poco más atraídos hacia uno u otro sexo. Sin embargo, el grado de atracción que sienten por el sexo al que son menos proclives, los diferencia amplia y suficientemente de la orientación homosexual y de la heterosexual.
Como parte de un proceso de auto-aclaración, hay bisexuales que durante una fase se sienten atraídos por personas del sexo opuesto (se sienten heterosexuales) y en otra fase de su proceso se sienten atraídas por personas de su mismo sexo (se sienten homosexuales). En esos casos, es a mediano y largo plazo que se auto-entienden como bisexuales de forma permanente. Otros por el contrario, quizá la mayoría, sienten y viven su bisexualidad con bastante claridad desde períodos relativamente tempranos (antes de los 21 años) y no atraviesan necesariamente esas fases.
3. ¿Ser bisexual es estar confuso respecto a la propia orientación?
Cualquier persona puede estar confusa respecto a su orientación sexual independientemente de cuál sea ésta. Por ejemplo, esa confusión puede aparecer cuando alguien que creía ser gay o lesbiana vive alguna experiencia en que se siente fuertemente atraído(a) por el sexo contrario; o de igual forma, un heterosexual, hombre o mujer, puede sentirse confuso (a) cuando se da cuenta de que también puede sentirse fuertemente atraído (a) por alguien de su mismo sexo. Que exista esa confusión es algo natural y depende de muchos factores (por ejemplo, la adolescencia, el haber permanecido mucho tiempo en ambientes con presencia de personas de su propio sexo, etc.). Desde esa misma lógica general, lo mismo puede suceder con la persona bisexual.
Pero una cosa es transitar por una etapa de confusión y otra muy distinta que la bisexualidad sea en sí misma y estructuralmente una confusión. En sí misma la bisexualidad es una orientación sexual como lo es la homosexualidad y la heterosexualidad.
Quien se sienta muy confuso respecto a su orientación sintiendo y/o viviendo experiencias aparentemente contradictorias y tras haber transcurrido un tiempo razonablemente prolongado, debe plantearse la posibilidad que sea bisexual y analizar esa posibilidad en profundidad.
4. ¿Un hombre bisexual es gay?
Aunque en general se entiende que un gay es un hombre homosexual, mucha gente entiende como gay todo el colectivo de personas, mujeres y hombres, no heterosexuales. En esa concepción amplia, hay muchos hombres y mujeres bisexuales, y mujeres lesbianas, que se consideran parte del colectivo gay. Otros y otras prefieren marcar sus diferencias para evitar su "invisibilización" en la sociedad.
5. No tengo clara mi orientación sexual y "tengo pluma", o eso creo. ¿Es posible que sea bisexual?
La clave no está en las apariencias. Hay mujeres bisexuales que por su actitud, estética, forma de expresarse, de comportarse, etc., podrían parecernos lesbianas. Del mismo modo, hay hombres con cierto afeminamiento, incluso plenamente integrados en el ambiente homosexual, que son bisexuales.
Sin embargo eso no debe ser confundido con otro tipo de realidades. Por ejemplo, es posible que un hombre o una mujer homosexual tengan más o menos esporádicamente una relación heterosexual. Esto no necesariamente implica que sean heterosexuales o bisexuales. De igual manera, por ejemplo, una mujer o un hombre heterosexual pueden tener una relación esporádica con una persona de su mismo sexo y no por ello dejan de ser heterosexuales.
Las realidades deben ser persistentes en el sentir y actuar (o desear actuar) a lo largo del tiempo. Aunque en la mayoría de los casos las cosas son claras con relativa rapidez (antes de los 21 años), existen casos cuya auto-comprensión definida sólo se logra en el mediano o largo plazo.
6. ¿Un bisexual se puede sentir plenamente satisfecho con una sola pareja? ¿No le faltará siempre "algo"?
La pregunta debe recaer en qué tipo de relación de pareja se vive y qué se ha acordado entre ambos, más que en la orientación sexual de la persona. Con independencia de juicios de valor y preferencias personales de cada quien, y sin agotar acá todas las posibilidades, la bisexualidad puede ser vivida de distintas maneras:
a) La pareja que se ama y se promete fidelidad. Estas personas consideran que la vida les ha enseñado que el amar y ser amado en una relación de pareja es algo que de verdad llena el corazón. Eso no niega que existan momentos de tedio. Pero ello acontece a la persona heterosexual, homosexual o bisexual. Todos sienten, entonces, que les falta algo. Están insatisfechos. Depende entonces de la ética de la persona si, habiéndose comprometido a una relación fiel con su pareja, mantiene o no mantiene su palabra mientras busca solucionar los problemas. Sin embargo es importante recalcar, para nuestro tema, que ello es independientemente de la orientación sexual.
b) En otra opción se vive el sexo sin restricciones, al menos por un largo período de la vida. Por ejemplo, los varones heterosexuales afirman "que son hombres" y eso, en nuestras sociedades, se entiende como que siempre les falta "algo" (aventuras, por ejemplo) y que no deben dejar pasar ninguna oportunidad ("yo no perdono a nadie que se insinúe"). Iguales posiciones existen en homosexuales y bisexuales.
c) Una tercera opción se presenta cuando, pactando una unión con alguien, ambas partes se permiten mutua libertad sexual. Sucede cada vez más entre heterosexuales, homosexuales y bisexuales. La edad parece influir bastante siendo más común en personas jóvenes y menos corriente en personas mayores.
Por eso, como decíamos inicialmente, la clave está en la opción de cada persona y/o el tipo de relación acordado con una pareja más que en la orientación sexual en sí misma. Desde luego, la cultura en unos países facilita más unas fórmulas que otras y un tipo de relación más que otro. Por todo ello, siempre es conveniente evitar los estereotipos.
7. Cuando un hombre bisexual tiene sexo con otro hombre, ¿hay una tendencia a ser más pasivo que activo?
Esto es tan relativo como tratándose de una pareja de personas homosexuales. Hay personas bisexuales "muy machos" que son siempre o casi siempre pasivos con otros hombres, mientras que personas homosexuales "muy afeminados" pueden actuar siempre o casi siempre activamente. También hay varones heterosexuales que gustan de ser penetrados, por diversos medios, por sus esposas (así lo informan constantemente muchísimos sexólogos).
En cualquier caso, muchas personas simplemente prefieren referirse a sus relaciones sexuales como forma de expresar sus sentimientos afectivos, y no es poco frecuente encontrar parejas de hombres en las que prefieren no hablar del rol activo o pasivo de cada uno, sino de expresar su amor, sin más. En general podríamos decir que depende de cada persona ser y considerarse activo, pasivo, o ambas cosas. Y, ciertamente, no es eso lo importante en una verdadera relación.
8. ¿Es verdad que la gente bisexual piensa más en el sexo, o tiene más necesidad de sexo que alguien hetero?
Las posibilidades y límites biológicos, en su abanico de diferencias entre las distintas personas, no distinguen por orientación sexual. Puede haber bisexuales con poca, mediana o mucha actividad sexual. No es la orientación sexual la que hace la diferencia.
Importaría mucho más ver si han existido o existen factores que lleven o puedan llevar a la adicción sexual en una persona, pero también ello es independiente de la orientación sexual. La adicción sexual está y puede estar presente, por igual, en heterosexuales, homosexuales y bisexuales. Responde a causas diversas.
Otro factor que debe tenerse en cuenta es la tendencia del hombre, en contraposición a la mujer, y con independencia de la orientación sexual, a buscar más el sexo. Hay una importante diferencia entre hombre y mujer en donde el hombre tendría mucho que aprender valorando más, por ejemplo, el papel de la ternura, de la intimidad, etc. La diferencia principal en la búsqueda de sexo está pues, desde este ángulo, en la contraposición hombre-mujer y no en la orientación sexual.
No debe descuidarse tampoco la incidencia que tiene el hecho que sociedades cerradas no ofrecen vía institucionalizada (en unión o matrimonio) a la persona que no es heterosexual. La fuerza de la libido queda entonces sin cauce para expresarse de una forma socialmente aceptada. Eso dificulta la estabilidad personal y facilita la inestabilidad emocional y sexual. Mientras estas sociedades brindan múltiples facilidades a parejas heterosexuales, conspira estructuralmente contra la unión de personas bisexuales u homosexuales.
Ese es uno de los factores explicativos de por qué a veces se percibe, en ocasiones con cierta razón, a algunos grupos no heterosexuales como promiscuos. Pero veámoslo desde el otro ángulo: si el matrimonio heterosexual está en crisis por la falta de fidelidad como lo muestran las estadísticas mundiales del divorcio, si la pornografía homosexual en Internet es el 10% y el resto es heterosexual, ¿Qué sucedería con la fuerza de la libido de las personas heterosexuales si, haciendo un ejercicio imaginario, a éstas no se les ofreciera cauces aceptados socialmente para vivir su sexualidad? ¿A qué le apuesta Usted, habría mucha más promiscuidad o no cambiaría nada? ¿Estamos entonces ante algo inmanente a la orientación sexual o ante algo que puede cambiar si la sociedad cambia?
Por eso, la lucha en muchos países por la unión civil o el matrimonio gay, reduciendo a la par la homofobia, es muy importante. Es fuente de estabilidad personal para bisexuales y homosexuales.
9. Ciertamente muchos gobiernos están aprobando el casamiento de gays, pero... ¿Y los bisexuales?
Casarse es aceptar libremente a una persona y prescindir de otras con quien se pudo haber vivido establemente. Por tanto, si eres bisexual y quieres casarte, podrás hacerlo con un hombre o una mujer. Deberás hacerlo con quien capte de verdad tu corazón. Y, como en los otros casos (homo o hetero), esa elección implica que has dejado de lado a otras muchas personas y posibilidades. Exactamente igual. Por eso el casamiento gay es una gran noticia también para las personas bisexuales. Son legalmente libres de casarse con un hombre o una mujer. La decisión está en sus manos y lo importante es optar correctamente, acertar con la persona si esa fue su opción.
10. Pero, ¿no implicaría eso que dejan de ser bisexuales?
Ello no implica que dejen de ser bisexuales pues, de acuerdo a nuestra definición de bisexual, ésta implica la capacidad de sentir atracción por otra persona, independientemente de que sea hombre o mujer. Eso sigue siendo una realidad. Tan es así que, en caso de producirse un divorcio, la persona bisexual podría contraer nuevas nupcias con una persona del sexo opuesto a quien estuvo unido (a) en su anterior matrimonio. Eso es algo impensable para una persona homosexual o heterosexual y permite ver que la diferenciación sigue vigente.
La orientación sexual es independiente de la voluntad de las personas; la opción de casarse con un ser amado, es una opción libre en la búsqueda irrenunciable a la propia felicidad. Y también, en la medida que ambas personas vivan profundamente los valores humanos, en la búsqueda irrenunciable de construir juntos sociedades más equitativas.
(*Fuente: http://www.solidarigay.com/phpindex/html/modules.php?name=News&file=article&sid=153)